En los tiempos que vivimos el culto al cuerpo es algo que cada vez se vuelve más común, en la televisión vemos hombres y mujeres con cuerpos perfectos que afirman haberlo logrado a través de productos milagrosos. Sumado a esto, hay personas que no son amantes de la actividad física por tanto quieren bajar de peso pero siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. Son estas personas las que terminan cayendo en estas trampas y comprando estos productos.
Día a día la televisión nos bombardea con anuncios que nos promocionan productos que prometen resultados grandiosos y en muy poco tiempo. Cuando vemos este tipo de publicidad deberíamos desconfiar instantáneamente, ya que, para lograr un cuerpo como el que se muestra es necesario trabajar y es todo un proceso que lleva su tiempo.
Una de las principales razones por las que deberíamos desconfiar es que, por lo general, el producto que nos quieren vender está concebido para realizar un movimiento o centrar todo el desarrollo del cuerpo en una parte determinada del cuerpo. Por lo tanto, es imposible que tonifiquemos TODO el cuerpo a través de ese aparato, y mucho menos con el mismo movimiento repetitivo una y otra vez.
Estos productos se promocionan a través de modelos que tienen cuerpos esculturales, los cuales, lo han logrado NO por usar el aparato promocionado, sino a través de una rutina de ejercicios o a base de un deporte habitual en el que se trabajan todos los músculos. Un cuerpo de ese tipo no se logra solamente habiendo realizado un sólo ejercicio
Para lograr un cuerpo proporcionado y armónico se deben trabajar todas las partes de la misma forma, nunca centrarnos en un único ejercicio.
Por último, este tipo de productos por lo general afirman estar abalados por estudios o instituciones que en la mayoría de los casos no existen o son organismos menores con poca fiabilidad científica o deportiva.
Es por esto que debemos tener mucho cuidado con los productos que consumimos. Lo mejor a la hora de lograr un cuerpo bien formado es el ejercicio tradicional no los aparatos milagrosos que prometen dudosos resultados.
